Es el tema de actualidad. Una canción llena de mensajes implícitos y explícitos, el morbo de escuchar el detalle de cada palabra, de cada gesto: venganza y rencor.
Esta estrategia «pasivo-agresiva» es una de las estrategias que más he visto utilizar en la vida real. Incluso, si os confieso, yo también lo he hecho. Os cuento una situación a ver si os suena.
Estás pasando por un momento complicado emocionalmente. Tienes una persona que es, según tú, la causante de esta «desestabilidad» (dígase jefe, pareja, amigo, hijo, padre o madre o familiar). Intentas tener pocas interacciones con esa persona, porque sabes que el «dolor» es grande cuando lo haces. Entonces, decides no actuar ahí. No actuas en esa situación. No confrontas ese daño. No hablas con esa persona y le expones lo que te está haciendo sufrir. Sufres «en silencio»…
O, al menos, eso parece.
Porque, después, reaccionas en otro lugar. Lo haces a través de un email «envenenado», un comentario «mal sonante», un «no ayudar cuando podías», un enfado en mayúsculas donde «no toca», una canción llena de venganza que habla de no al rencor… cada uno tiene sus estrategias.
No soy psicóloga, pero después de muchos años como coach, sé que esto es más habitual de lo que parece. Son estrategias «pasivo agresivas». A ojos de todos, no hay nada, hay «pasividad»… pero, en el fondo, hay mucha agresión y rabia posterior (o en otro lugar).
Os animo a pensarlo. Si identificáis esta «huída» en vosotros mismos, aceptar que es así. Pensad si hay otra estrategia, más ganadora, de afrontar estas personas «desestabilizantes». Solo pensar en ello, desde la distancia, seguro que ayudará para encontrar vuestra solución!
Maite Piera 
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